Emprendimientos sociales con impacto positivo
La globalización y el desarrollo tecnológico han promovido la evolución social y han permitido el surgimiento de innumerables oportunidades y desafíos para miles de emprendedores. En particular, el emprendimiento social, una práctica que busca impulsar el bienestar y el desarrollo de la sociedad, ha tomado notable importancia en los últimos años. El emprendimiento social es una opción única para quienes buscan unir el espíritu emprendedor con la solución de problemas sociales.
Para iniciar un proyecto de emprendimiento social, es importante considerar ciertos pasos y recomendaciones clave. Lo primero que se debe hacer es identificar un problema social específico. Se deben investigar tanto el contexto en que emergió el problema como sus posibles causas y sus potenciales soluciones. Esta etapa es necesaria para que el emprendedor pueda comprender el alcance del problema y plantear una solución efectiva. Una vez que se ha identificado el problema social, se puede comenzar a investigar y evaluar las posibles soluciones. Se trata de evaluar todas las opciones disponibles y elegir la más viable, eficiente y efectiva. La solución propuesta debe ser innovadora e ir en consonancia con el problema social. Esta etapa es crucial para el éxito del proyecto de emprendimiento social. Después de encontrar una solución al problema social seleccionado, se debe realizar un plan de implementación del proyecto. En esta etapa se definirán los objetivos, la viabilidad económica del proyecto y los responsables del mismo.
Los proyectos de emprendimiento social pueden proporcionar beneficios significativos para una comunidad, tanto a nivel económico como social. Estos son algunos de los beneficios que pueden estar motivando a los emprendedores para iniciar un proyecto de emprendimiento social: Dinero: en muchas ocasiones, los proyectos de emprendimiento social pueden producir renta en su implementación, lo que se reflejará en el incremento del poder adquisitivo de los residentes de una comunidad. Mejoramiento de la calidad de vida: Todos los proyectos de emprendimiento social deberían tener como objetivo principal el mejoramiento de la calidad de vida de una comunidad. La implementación de proyectos de emprendimiento social puede implicar el acceso a nuevas tecnologías, así como la adquisición de beneficios relacionados con el funcionamiento de una comunidad, como empleo y educación. Impulso del crecimiento económico: Los proyectos de emprendimiento social también pueden ser una fuente importante de generación de empleo. Esto, a su vez, puede proporcionar un impulso adicional al crecimiento económico de la región. Mejora de la equidad social: Al mejorar el acceso a bienes y servicios a los habitantes de una compañía, los proyectos de emprendimiento social también pueden ayudar a promover la equidad social.
El emprendimiento social está cambiando la forma de vida de miles de personas en el mundo. Su impacto consigue mejorar el día a día de comunidades enteras en riesgo de exclusión. Energía, agua, alimento, educación, pobreza. No hay carencia que se le resista. Las razones para cambiar el mundo son infinitas. Las ideas también pueden serlo. Transformar la sociedad debería estar entre las prioridades de cualquier ser humano a estas alturas del siglo XXI, sin embargo, solo unos pocos son los que se atreven a hacerlo. Son emprendedores sociales. El emprendimiento social no es como el tradicional, que se enfoca en detectar o incluso crear una necesidad para desarrollar un plan de negocio. El social trata de satisfacer las necesidades que ya tiene una comunidad con el fin de solucionar sus problemas a pequeña escala (solo de esa comunidad) o de una región o un país enteros. El emprendedor social analiza las carencias de la sociedad y trata de encontrar soluciones identificando nuevas oportunidades y motivando a la población a cambiar la actitud hacia una mejor convivencia.
No se trata de una moda, sino de una necesidad que se está haciendo mayor en estos momentos de crisis, lo que hace más importante que nunca acercarse, por ejemplo, a los colectivos en riesgo de exclusión social o tratar de buscar respuestas creativas a necesidades de todo tipo. Las energías eólica y la fotovoltaica son fuerzas de la naturaleza muy variables que provocan una volatilidad en los precios nunca vista antes. La innovación tecnológica –internet de las cosas y ‘apps’– ayudará a los consumidores a aprovechar las tarifas más bajas. “En los últimos 12 años, los productos d.light han transformado más de 150 millones de vidas en 70 países”. La carta de presentación del proyecto d.light ya es suficiente para que cualquiera pueda hacerse una idea de sus objetivos: crear soluciones para las personas que hoy no tienen una fuente de energía en su hogar. Con presencia en varios países de África, China, Estados Unidos y en el sur de Asia, esta empresa ha logrado mejorar la vida de más de 150 millones de personas a través de sus innovaciones basadas en energía solar. Es la definición de emprendimiento social en toda su extensión sumada a un impacto ejemplar.
A menor escala, pero tratando de transformar la comunidad más cercana, El Arca Productores + Consumidores, establecida en Mendoza (Argentina), es una empresa de gestión social que promueve la acción de productores y consumidores a la vez, vinculando pequeños productores con redes de familias, empresas, organizaciones sociales, universidades e instituciones públicas que deciden ser parte de un sistema de consumo consciente y comercio justo. El emprendimiento social podemos enmarcarlo también junto a lo que conocemos como Economía Social (o Solidaria), el conjunto de iniciativas socieconómicas y empresariales que pone en el centro a la persona y que tiene en su ADN la responsabilidad social. En España, por ejemplo, lo forman más de 40.000 empresas entre cooperativas, sociedades laborales, centros especiales de empleo, empresas de inserción laboral, etc. Además, según datos de CEPES proporciona unos 2,2 millones de empleos directos e indirectos en territorio español. Las empresas sociales trabajan con el objetivo de resolver un problema social y generar beneficios para seguir aumentando su impacto positivo. Los emprendedores sociales, que deciden crear su propio negocio, deben tomar varias decisiones fundamentales, pero sin perder de vista su propósito: mejorar el mundo que les rodea.
Leave a Reply