Riesgos y beneficios de la crioterapia en la recuperación muscular
Explora los diferentes aspectos de la crioterapia y su impacto en la recuperación muscular, desde antiguas prácticas hasta opiniones actuales.
Desde hace mucho tiempo, los atletas han utilizado los baños de hielo para acortar su tiempo de recuperación tras el ejercicio intenso y potenciar su rendimiento deportivo. Si bien es cierto que este método de recuperación se remonta a la antigua Grecia, hoy en día es más popular y accesible que nunca.
Barreca explica que los baños de hielo son una forma de inmersión en agua fría, o IAF, un método terapéutico deportivo que sirve para contrarrestar el cansancio y acelerar el proceso de recuperación tras el ejercicio.
Sin embargo, las investigaciones revelan que lo ideal es sumergirse entre 11 y 15 minutos para aprovechar los beneficios reparadores tras el entrenamiento.
Un estudio publicado en un número de 2015 de Medicine & Science in Sports & Exercise descubrió que con solo 10 minutos en un baño de hielo a unos 10 °C puede contrarrestar la hipertermia por ejercicio.
Un metaanálisis de nueve estudios concluyó que la terapia de IAF tiene un efecto más positivo sobre el dolor muscular que la recuperación pasiva.
La crioterapia desempeña un papel significativo en la fisioterapia avanzada, siendo una herramienta efectiva para aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar la recuperación de lesiones musculares y articulares.
En resumen, la inmersión en agua fría, principalmente por su capacidad para reducir el dolor muscular y el edema, puede reducir el dolor muscular y el edema, pero sus efectos sobre la recuperación muscular y el rendimiento son muy discutidos.
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